Precisamente, es en este punto donde
debemos reflexionar.
Seguramente, todos hemos notado,
durante los fines de semana, las ganas de alejarnos de la ciudad, ganas de ir a algún lugar lejos del ruido y
del trabajo, cuando en realidad, no hace tantos años, la gente corría del campo
a la ciudad. El campo era sinónimo de
mala vida y la ciudad de placeres y confort.
Desde luego, no estoy confundiendo sociedad con ciudad; creo que la ciudad
sigue siendo confortable pero que últimamente las personas quieren huir de las
personas (de la sociedad). Es así, que
se están conformando muchos grupos de
pocos integrantes con intereses en común.
Esto implica una segmentación de la sociedad como tal y deja de ser una
comunidad tendiente al bien común para convertirse en un conjunto de grupos con
bienes particulares.
Los que creen que la suma de los intereses
particulares es igual al bien común, están equivocados. El Bien Común no es la fuerza resultante de
sumar todos los otros vectores. Al
contrario, mientras más intereses particulares y distintos existan en una
sociedad, menos factible es el Bien Común.
Por supuesto, que estamos hablando en términos ideales y siempre
existirán intereses particulares. Pero
el Bien Común no va en contra de los intereses particulares. El Bien Común es un conjunto de medios que
garantizan que los integrantes de una comunidad puedan cumplir sus intereses
particulares. ¿Qué tiene que ver el
Estado en todo esto? El Estado debe
desvelarse por proporcionar los medios (El Bien Común). Surge de esto que el Estado para cumplir con
el bien común, no ha de dar alimentos, vivienda y vestido individualmente a
cada hombre, ni educarlo directamente,
sino ofrecer los medios suficientes para que cada hombre con su propia iniciativa
consiga qué comer, con qué vestirse, dónde vivir y cómo educarse.
Actualmente han desaparecido algunos
peligros, ya no nos juntamos para que no nos ataquen otros grupos como en la
antigüedad. Pero enfrentamos peligros
muchos más graves, peligros internos, entre integrantes del grupo; esto hace a
la segmentación. Surgen intereses
particulares y distintos entre los integrantes de una sociedad y no existe
ningún otro bien más importante que los aúne y dirija. Este bien principal y padre de los demás
bienes, varía según el contexto histórico. Antes fue la Independencia, después
la Organización Nacional, luego la Democracia, ¿y hoy? Hoy no tenemos objetivo. Somos un montón de consumistas, egoístas que
solo queremos dinero porque creemos (y nos enseñaron) que más dinero es
sinónimo de mejor vida y así nos pasamos la vida trabajando y envidiando a los
que por diversos medios (no siempre legales) han llegado más rápido a
conseguirlo. Y así nos apartamos más y más de un objetivo principal,
sol de nuestra Patria y la sociedad se sigue segmentando hasta que estemos
nuevamente como en la prehistoria, grupos parentales que caminamos por el mundo
en busca de sobrevivir.
Estamos en plena regresión social y si seguimos esperando que la historia señale a un salvador, vamos a
perder lo poco que nos queda. Es hora de juntarnos y elegir un objetivo. Creo que no nos va a costar ponernos de
acuerdo, para ello necesitamos dialogar.
Si todavía no nos pusimos de acuerdo es porque hemos perdido el buen
hábito de sentarnos a charlar. Es porque
nos hemos peleado entre hermanos Argentinos y porque nos olvidamos de los
laureles que nuestros antepasados SUPIERON conseguir.
El primer objetivo debe ser darnos la mano, mirarnos a la cara y jurarnos
no parar hasta ver unida a la Argentina. Prometernos que nunca más vamos a
pelearnos por cuestiones partidarias y jurar que vamos a educar a nuestros
hijos para que las próximas generaciones no cometan los mismos errores que
nosotros. Para que nunca más la Nación
se divida, para que nunca más la mediocridad camine por las calles y entre al
cuarto oscuro. Que nuestros hijos
estudien cuando tengan que estudiar y
voten cuando tengan que votar, pero siempre con Libertad y Voluntad propia. Sin influencias ni doctrinas.
Lo único que puede frenar esta segmentación, es que cada uno de nosotros
tome conciencia de su rol social y de lo importante que es en una sociedad. De
esta forma pasará de ser un simple habitante del territorio para ser un
Ciudadano Argentino. Cuando todos seamos
ciudadanos seguirá habiendo grupos con intereses particulares pero paralelos al
Bien Común, por lo que no serán segmentos, sino partes de nuestra Nación. Ese
día la suma de las partes no podrá superar a la totalidad.
Por Guido Muchiutti.
No quisiera tener que utilizar viejos clichés para expresarme, pero es que en este caso, se ajusta perfecto: "Divide y reinaras.". Lo que ocurre hoy en dia en nuestra sociedad responde claramente a los intereses de quienes gobiernan, ya sea desde el sillón presidencial o desde su capital económico voluptuoso. Deberiamos ser conscientes que mientras nosotros nos peleamos en defensa de uno u otro político (porque hoy por hoy se redujo a la figura y no a los ideales), dichos políticos se encargan de defender una sola cosa, su bolsillo, o mejor dicho su cuenta en Suiza o Islas Caimán. Se encargan de generar un clima de incertidumbre e inseguridad para poder controlar con el miedo y para que cada pequeña cuota de paz que consigamos la veamos como un triunfo, así nos mantienen con la vista puesta en objetivos pequeños y a corto plazo, tratando de conquistar derechos y garantías que en el siglo 21 deberían ser un hecho.
ResponderEliminarMuy buen articulo. Saludos.
Y pensar que el "DIVIDE ET IMPERA" era el principio predilecto de los romanos para expandir el imperio. Que uso que le han dado ahora...
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