domingo, 5 de mayo de 2013

Apología de Maquiavelo


¿Por qué ahora?
Estos días, por esos misterios de la vida, escuche varias veces, en un breve lapso de tiempo, la expresión “maquiavélico” utilizada despectivamente. Esto me hizo recordar que alguna vez leí una carta  que el señor Maquiavelo había escrito para un amigo suyo (ya veremos a quien). Esto cambio mi forma de usar el término maquiavélico. Así es que me propongo mostrarles la carta y algunas cuestiones más con objetivo de que ustedes también tengan la oportunidad de cambiar su concepción acerca del gran Nicolás Maquiavelo.

Brevísima reseña histórica
Es imposible juzgar una persona o una acción sin ubicarla en un contexto de lugar y tiempo.
Maquiavelo (1469-1527) vivió en una época de absolutismos, la división de poder y la democracia, tal cual la conocemos hoy, son posteriores a él. En su tiempo, comenzaban a surgir los Estados Nación. Es decir, apenas comenzaban a definirse los límites territoriales de las Naciones en auge y,    justamente, el territorio que él consideraba su nación, no estaba bien definido políticamente hablando.  Prelot describe la situación política italiana de la siguiente forma:  "Italia, al norte de los Estados Pontificios seguía siendo bastante parecida por la Estructura de Ciudad-Estado, a la Grecia de las Polis". Existen tres grandes Ciudades-Estado, de mayor importancia: Venecia, Milán y Florencia (de donde era Nicolás M.) y otras tres de segunda línea: Génova, Ferrara y Bolonia. Nuestro mal afamado Maquiavelo, se da cuenta de que la forma de ciudad-estado, ya no era sustentable. Con el desarrollo adquirido por el comercio resultan inclusive demasiado débiles económicamente. Todos los países vecinos ya se había definido como Estado Nación y Maquiavelo cree que en "Italia puede y debe verificarse", el mismo proceso de unidad nacional como lo han hecho España, Francia e Inglaterra.
Maquiavelo sirvió a su país como secretario de “Libertad y Paz” durante el período en el que Pedro Soderini, entre 1498 y noviembre de 1512,  fecha en la que los Médicis son restablecidos en el poder por imperio del apoyo español.
Maquiavelo es detenido bajo el cargo de conspiración y sometido a malos tratos y torturas y, aunque no se prueban las imputaciones en su contra, debe  exiliarse.
Desde el exilio reflexiona sobre los hechos políticos del pasado y el presente y produce sus obras fundamentales, entre ellas “El Príncipe”.

La carta
En una carta dirigida a su amigo Francesco Vettori, cuenta su situación:
"Permanezco siempre en la aldea"  -se refiere a Percussina- “ y desde que me  sucedieron aquellas cosas, no estuve en total más de 20 días en Florencia. Me dedico a cazar tordos con liga. Cazo entre 2 y 7 pájaros, y así pasó septiembre".
"Aunque elemental y aburrida, extraño ya que me falte esa distracción. Ahora me levanto con el sol y  voy a mi bosque que estoy haciendo talar; inspecciono durante dos horas el trabajo del día anterior....Cuando dejo el bosque, voy a una fuente, y de allí a una pajarera que tengo. Llevo conmigo un libro: Dante, Petrarca o alguno de los poetas menores como Tibulo, Ovidio u otro semejante. Leo de sus pasiones, recuerdo de la mía, y gozo unos instantes con esas memorias.... Es hora de comer, y como con los míos, lo que producen esta pobre viña y un patrimonio estrecho. Una vez comido,  vuelvo a la Hostería donde están el hotelero, un carnicero, un molinero, un ebanista. Con ellos me lio en interminables partidas de naipes donde peleamos por una moneda, y nuestros gritos llegan hasta San Casciano. Esa villanía impide que se enmohezca mi cerebro, y desafío mi mala fortuna, para que se avergüence de tanto pisotearme".
“Llegada la noche, vuelvo a casa. Antes de entrar a mi estudio, quito mis ropas rústicas, sucias y enlodadas, y vestido con dignidad, comparezco ante los hombres de la antigüedad.”-se refiere a sus libros de historia de Tito Livio-” Acogido  amorosamente por ellos, satisfago mis vigencias intelectuales con ese alimento, el único que me conviene y para el cual nací. No temo pues, conversar con ellos y pedirles cuentas de sus actos, pues siempre responden amablemente. Durante 4 horas no sufro preocupación alguna, olvido las penas y ni me asusta la pobreza ni me espanta la muerte"

Sobrado de Virtud escaso de Fortuna
La fortuna política cambió en  1527, cuando fue restablecida la República Florentina y expulsado Lorenzo de Médicis. Maquiavelo esperó ansioso el resultado de la sesión del Gran Consejo que trató su incorporación como Secretario de la Segunda Cancillería Florentina, en junio de ese año, sólo apoyaron su candidatura 12 ciudadanos sobre un total de más de 1000 electores. Maquiavelo no pudo superar este nuevo revés de la fortuna rebelde y murió dos semanas después, en la soledad de su retiro, rechazado por La República que había sido su amor más entrañable y no correspondido (en una de sus frases el  Florentino había dicho: "Amo a mi Patria más que a mi alma").
Esta es la prueba más certera de que la ironía, de vez en cuando, baja a la tierra y se manifiesta: Maquiavelo esperaba que su gente fuera más generosa, pese a que en su obra cumbre, “El Príncipe”, el describe a los hombres de la siguiente manera:
"Los hombres son ingratos, volubles, simuladores, escapan al peligro y aman las ganancias. Mientras nos necesitan nos ofrecen sangre, caudal, vida e hijos; pero se rebelan cuando ya no les somos útiles"

¿Por qué se usa la expresión maquiavélico despectivamente?
Nicolas Maquiavelo, en “El Príncipe” describe cómo debía ser y actuar un gobernante para perdurar en el poder. El objetivo de Maquiavelo fue motivar a los italianos y especialmente a  Lorenzo de Médicis, para unificar a la península convirtiéndola en el territorio donde se asentará una nueva y poderosa Nación -Estado,  bajo un mando absoluto.
Maquiavelo no es un inmoral, como suelen llamarlo, solo es amoral, el no considera la dimensión moral. De la misma manera que  Sun Tzu en “El arte de la guerra” describe como se debe actuar para ganar una guerra (y sus métodos no son de los más benignos, pero si efectivos), Maquiavelo describe cómo actuar para unificar una Nación y conservar el poder.
Quizás el error del gran florentino fue que expreso “el fin justifica los medios” y olvido aclarar  “no siempre”. Pero eso es algo que no podría juzgar  un simple estudiante como yo.

Conclusión
Cada vez que voy a usar la palabra “maquiavélico”  recuerdo que Maquiavelo fue quien dijo "Amo a mi Patria más que a mi alma" y que tuvo la firme convicción de unificar su patria y ver a su pueblo unido. También recuerdo que se deleitaba con poetas como Dante, Petrarca.
Quizás todas las cosas tengan dos caras como la luna, una clara y una oscura... pero esa reflexión la van a encontrar en el blog de un astronauta, no en este…


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