¿Por qué
ahora?
Estos días, por esos misterios de la vida,
escuche varias veces, en un breve lapso de tiempo, la expresión “maquiavélico”
utilizada despectivamente. Esto me hizo recordar que alguna vez leí una
carta que el señor Maquiavelo había
escrito para un amigo suyo (ya veremos a quien). Esto cambio mi forma de usar
el término maquiavélico. Así es que me propongo mostrarles la carta y algunas
cuestiones más con objetivo de que ustedes también tengan la oportunidad de
cambiar su concepción acerca del gran Nicolás Maquiavelo.
Brevísima
reseña histórica
Es imposible juzgar una persona o una
acción sin ubicarla en un contexto de lugar y tiempo.
Maquiavelo (1469-1527) vivió en una época
de absolutismos, la división de poder y la democracia, tal cual la conocemos
hoy, son posteriores a él. En su tiempo, comenzaban a surgir los Estados
Nación. Es decir, apenas comenzaban a definirse los límites territoriales de
las Naciones en auge y, justamente, el
territorio que él consideraba su nación, no estaba bien definido políticamente
hablando. Prelot describe la situación
política italiana de la siguiente forma:
"Italia, al norte de los Estados Pontificios seguía siendo
bastante parecida por la Estructura de Ciudad-Estado, a la Grecia de las
Polis". Existen tres grandes Ciudades-Estado, de mayor importancia:
Venecia, Milán y Florencia (de donde era Nicolás M.) y otras tres de segunda
línea: Génova, Ferrara y Bolonia. Nuestro mal afamado Maquiavelo, se da cuenta
de que la forma de ciudad-estado, ya no era sustentable. Con el desarrollo
adquirido por el comercio resultan inclusive demasiado débiles económicamente. Todos
los países vecinos ya se había definido como Estado Nación y Maquiavelo cree
que en "Italia puede y debe verificarse", el mismo proceso de unidad
nacional como lo han hecho España, Francia e Inglaterra.
Maquiavelo sirvió a su país como
secretario de “Libertad y Paz” durante el período en el que Pedro Soderini,
entre 1498 y noviembre de 1512, fecha en
la que los Médicis son restablecidos en el poder por imperio del apoyo
español.
Maquiavelo es detenido bajo el cargo de
conspiración y sometido a malos tratos y torturas y, aunque no se prueban las
imputaciones en su contra, debe exiliarse.
Desde el exilio reflexiona sobre los
hechos políticos del pasado y el presente y produce sus obras fundamentales,
entre ellas “El Príncipe”.
La carta
En una carta dirigida a su amigo Francesco
Vettori, cuenta su situación:
"Permanezco
siempre en la aldea" -se refiere a
Percussina- “ y desde que me sucedieron
aquellas cosas, no estuve en total más de 20 días en Florencia. Me dedico a
cazar tordos con liga. Cazo entre 2 y 7 pájaros, y así pasó septiembre".
"Aunque
elemental y aburrida, extraño ya que me falte esa distracción. Ahora me levanto
con el sol y voy a mi bosque que estoy
haciendo talar; inspecciono durante dos horas el trabajo del día
anterior....Cuando dejo el bosque, voy a una fuente, y de allí a una pajarera
que tengo. Llevo conmigo un libro: Dante, Petrarca o alguno de los poetas
menores como Tibulo, Ovidio u otro semejante. Leo de sus pasiones, recuerdo de
la mía, y gozo unos instantes con esas memorias.... Es hora de comer, y
como con los míos, lo que producen esta pobre viña y un patrimonio estrecho.
Una vez comido, vuelvo a la Hostería
donde están el hotelero, un carnicero, un molinero, un ebanista. Con ellos me
lio en interminables partidas de naipes donde peleamos por una moneda, y
nuestros gritos llegan hasta San Casciano. Esa villanía impide que se enmohezca
mi cerebro, y desafío mi mala fortuna, para que se avergüence de tanto
pisotearme".
“Llegada la
noche, vuelvo a casa. Antes de entrar a mi estudio, quito mis ropas rústicas, sucias
y enlodadas, y vestido con dignidad, comparezco ante los hombres de la antigüedad.”-se
refiere a sus libros de historia de Tito Livio-” Acogido amorosamente por ellos, satisfago mis
vigencias intelectuales con ese alimento, el único que me conviene y para el
cual nací. No temo pues, conversar con ellos y pedirles cuentas de sus actos,
pues siempre responden amablemente. Durante 4 horas no sufro preocupación
alguna, olvido las penas y ni me asusta la pobreza ni me espanta la muerte"
Sobrado
de Virtud escaso de Fortuna
La fortuna política cambió en 1527, cuando fue restablecida la República
Florentina y expulsado Lorenzo de Médicis. Maquiavelo esperó ansioso el
resultado de la sesión del Gran Consejo que trató su incorporación como
Secretario de la Segunda Cancillería Florentina, en junio de ese año, sólo
apoyaron su candidatura 12 ciudadanos sobre un total de más de 1000 electores.
Maquiavelo no pudo superar este nuevo revés de la fortuna rebelde y murió dos
semanas después, en la soledad de su retiro, rechazado por La República que
había sido su amor más entrañable y no correspondido (en una de sus frases
el Florentino había dicho: "Amo
a mi Patria más que a mi alma").
Esta es la prueba más certera de que la
ironía, de vez en cuando, baja a la tierra y se manifiesta: Maquiavelo esperaba
que su gente fuera más generosa, pese a que en su obra cumbre, “El Príncipe”,
el describe a los hombres de la siguiente manera:
"Los
hombres son ingratos, volubles, simuladores, escapan al peligro y aman las
ganancias. Mientras nos necesitan nos ofrecen sangre, caudal, vida e hijos;
pero se rebelan cuando ya no les somos útiles"
¿Por qué se usa la expresión maquiavélico despectivamente?
Nicolas Maquiavelo, en “El Príncipe”
describe cómo debía ser y actuar un gobernante para perdurar en el poder. El
objetivo de Maquiavelo fue motivar a los italianos y especialmente a Lorenzo de Médicis, para unificar a la península
convirtiéndola en el territorio donde se asentará una nueva y poderosa Nación -Estado, bajo un mando absoluto.
Maquiavelo no es un inmoral, como
suelen llamarlo, solo es amoral, el no considera la dimensión moral. De
la misma manera que Sun Tzu en “El arte
de la guerra” describe como se debe actuar para ganar una guerra (y sus métodos
no son de los más benignos, pero si efectivos), Maquiavelo describe cómo actuar
para unificar una Nación y conservar el poder.
Quizás el error del gran florentino fue
que expreso “el fin justifica los medios” y olvido aclarar “no siempre”. Pero eso es algo que no podría juzgar un simple estudiante como yo.
Conclusión
Cada vez que voy a usar la palabra “maquiavélico” recuerdo que Maquiavelo fue quien dijo "Amo
a mi Patria más que a mi alma" y que tuvo la firme convicción de unificar
su patria y ver a su pueblo unido. También recuerdo que se deleitaba con poetas
como Dante, Petrarca.
Quizás todas las cosas tengan dos caras
como la luna, una clara y una oscura... pero esa reflexión la van a encontrar
en el blog de un astronauta, no en este…
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